“Si los críticos quieren un álbum conceptual, les daremos un álbum conceptual y lo haremos demasiado bombástico y exagerado” .
Esa fue la respuesta de Ian Anderson a los críticos que etiquetaron de conceptual a su anterior disco (el genial “Aqualung”), una denominación que éste rechaza hasta nuestros días. Con esa idea en mente, Anderson se embarcó en la tarea de crear el más “pretencioso” de los álbumes, como una feroz parodia a los discos de otras bandas progresivas como “Emerson, Lake & Palmer” y “Yes”.
¿El resultado? Una obra maestra en todo el sentido de la palabra. Había nacido la “madre” de todos los álbumes conceptuales. Estamos hablando de un disco esencial y absolutamente imperdible.
El álbum consta de una sola canción (de donde sale su nombre) compuesto en base a un poema escrito por un pequeño de 8 años llamado Gerald "Little Milton" Bostock quien no es más que el alter ego de Anderson. La trama gira en torno al niño, que escribe un poema para un concurso y es descalificado por los jueces por utilizar una palabra de 4 letras (nunca mencionada claramente). La verdadera causal de su eliminación sería porque el poema desnudaba la doble moralidad de época y tocaba temas tan delicados como la sexualidad y las relaciones familiares.
Esta idea fluye maravillosamente durante los 43 minutos que dura la canción. Si la parte lirica es genial, la parte musical es de otro mundo. Empieza como una suave balada para a los 3 minutos… ¡boom!... convertirse en una de las mejores demostraciones de rock progresivo jamás grabadas.
Se trata de un trabajo bastante complejo, muy denso y cuyo completo significado no es posible interpretarlo de manera inmediata. Es rock prog en su mejor forma, difícilmente podrán conseguir algo mejor que esto en el género. Aún cuando les parezca excesivo escuchar una sola canción durante 43 minutos, aproxímense con mente abierta y obtendrán satisfacción garantizada. Les doy mi palabra, amigos.
Mención aparte merece su alucinante portada, un ficticio diario de 12 páginas (el “St. Cleve Chronicle) con noticias, sección de juegos, horóscopo, etc. La cereza que le faltaba al helado, convirtiendo al disco en un producto redondo, desbordante de originalidad, que quedará en la historia como una de la más grandes - y mejores - grabaciones de todos los tiempos.
Integrantes:
- Ian Anderson: voz, guitarra acústica, flauta, violín, saxofón y trompeta.
- Martin Barre: guitarra eléctrica y laúd.
- John Evan: piano, órgano y clave.
- Jeffrey Hammond-Hammond: bajo y voz.
- Barriemore Barlow: batería, percusión y timbal.
Lista de canciones:
- "Thick as a Brick, Part I" - 22:40
- "Thick as a Brick, Part II" - 21:10
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